EL CUARTO DE BAÑO

Esta fue la habitación que más lata me dio. Llegué a cambiar la decoración hasta tres veces. Al ser tan grande, los pocos muebles que tenía, hacían que pareciera pobre. Empapelé la parte de arriba de la pared y la parte de abajo la forré con madera de balsa pintada de blanco.

La toalla están hechas a punto de cruz.

Todos los perfumeros los hizo mi madre con abalorios, cuentas de collares...

Construimos esa especie de alcoba para poner la bañera, que le dio un toque de privacidad y un ambiente de descanso.

Los cuadros de la pared están hechos a punto de cruz.

El corsé está hecho con seda, puntillas y lazo estrecho. en la caja de jabones que hay en la estantería hay jabones de verdad.

La bata la hizo mi madre con seda y puntillas.

En la balda pequeña, todo para el afeitado del señor de la casa, y en la mesita el toque femenino.

DESPACHO

Forré la mitad de la pared con madera de balsa teñida de caoba, y la otra mitad la empapelé, para que pareciese más seria.

El escritorio preparado para cuando el señor de la casa tenga que trabajar en su rincón, sin que nadie le moleste.

Los libros de la biblioteca, menos seis, están realizados a partir de un kit.

Dentro del despacho, los caballeros victorianos tenían un rincón para recibir visitas, donde no faltaba el ajedrez, el tabaco...

Las cortinas las realicé con un retal de tela que me regalaron. El dibujo, no está a escala, pero me gustó como quedaban en esta habitación.

La parte de arriba de la chimenea, la forré con la misma tela de las cortinas.

Desarmé unas butacas que tenía y las volví a hacer, tapizándolas con una tela que compré en la feria de Londres. 

El maletín del escritorio le realicé siguiendo las instrucciones de la revista Miniaturas. Esta hecho con madera de balsa y piel.

ENTRADA

Esta casa de muñecas, es bastante grande, pero los descansillos son pequeñitos. En este hueco, intenté poner más o menos lo que tenían las entradas victorianas.

El cochecito es de metal negro, lo transformé, forrándolo con raso blanco, e hice la colcha con tela de hilo, puntillas estrechas y lazo fino.

El felpudo está hecho a punto de cruz en tela de hilo.

TASHA

Este precioso bebé le compré el la feria de Tom Bishop. No recuerdo el año, pero lo que si sé esque estaba destinado a vivir en mi casa de muñecas. La primera vez que pasé por delante del stand de Zoe Baringo (artesana a la cual se la compré) la tenía metida en una cunita. Me llamó mucho la atención pero seguí con el recorrido por la feria. A la segunda vuelta, creí que la había vendido, pero solamente la había cambiado de sitio y me animé a preguntarle el precio, los ojos me hicieron chiribitas. Lógicamente el precio me echó para atrás, pero mi padre me animó a comprarla. Cuando me acerqué, y la dije a Zoe que me la llevaba, me explicó que era única, que habían hecho otra muñeca con el mismo molde y no había salido igual y que si no la hubiese vendido, se la habría quedado ella para su hija. Antes de envolverla la dio un beso y me dijo como se llamaba; como veis no la cambié el nombre.